- Señorita Maudie, Matar a un ruiseñor de Harper Lee

Desde temprano en mi vida, me enamoré de los ideales de "Atticus Finch", el abogado en la novela "Matar a un ruiseñor" de Harper Lee. Él era un abogado de un pequeño pueblo y padre, muy respetado y querido por su comunidad, pero frente a la adversidad, se mantuvo firme en hacer lo correcto, incluso si eso significaba que podría perder su vida. Defendió a una persona indefensa y en gran necesidad. Aspiro a incorporar su carácter en mi propia práctica de Derecho de la Tercera Edad y Planificación Patrimonial aquí en California. Nuestros ciudadanos mayores necesitan un defensor que les ayude a saber cómo proteger a su familia y sus bienes de ser agotados por el Gobierno y el sistema no beneficioso que sorprende a quienes no planean.

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Quiero asegurarme de que sus hijos estén a salvo y bien cuidados. Si usted se enferma y entra en un asilo de ancianos sin un plan establecido, esto podría causar que sus hijos enfrenten "acusaciones" de fraude, robo de identidad y/o abuso de ancianos cuando intenten ayudarle con sus finanzas. Como nuestro querido entrenador principal de fútbol americano de los Woodlake Tigers, Leo Robinson, solía decir regularmente, "¡Una palabra para el sabio debería ser suficiente!"

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Las cuestiones legales que rodean la discapacidad y la muerte son numerosas y complejas y no deben tomarse a la ligera. Requieren ayuda profesional de un abogado con experiencia en Planificación Patrimonial o Derecho de la Tercera Edad. Muchos abogados anuncian que hacen testamentos y fideicomisos, pero su enfoque principal está en otras áreas del derecho. Mi misión es brindarles a mis clientes la certeza de que su Plan Patrimonial funcionará cuando lo necesiten, que tendrán un defensor amable, conocedor y confiable disponible para ayudar con los problemas que surjan, y ser el abogado que los proteja de otros miembros de la profesión legal.

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Más sobre mí

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Mi padre, John L. Miller, Esq., quien comenzó su práctica legal en 1965 después de graduarse de la Facultad de Derecho de Stanford, mudó a nuestra familia a Woodlake, California en 1980. Yo estaba en sexto grado. Mi padre siempre decía que se mudó del Área de la Bahía porque estaba cansado del crimen, las drogas, el smog y el tráfico. Quería un ambiente de pueblo pequeño para criar a su familia, y cumplió su deseo, jaja, gracias Woodlake. Asistí a la Woodlake Union High School, donde me gradué en 1987, y fue definitivamente un tiempo especial. De hecho, aún no he vivido una época mejor que la década de los 80. Recordar esos tiempos me trae tantos buenos sentimientos, que es difícil de describir.

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Después de la secundaria, me uní a la Reserva Naval y asistí al campo de entrenamiento en Great Lakes, Illinois. Desde allí, fui a la escuela para aprender a trabajar en los sistemas hidráulicos de los aviones de la Marina. Mi objetivo en ese momento era llegar a San Diego, California, que para mí era donde todos deberían "comenzar su vida". Al llegar a San Diego, asistí al Grossmont Community College durante varios años mientras trabajaba a tiempo completo en Woodstock's Pizza. No estaba seguro de lo que quería hacer con mi vida, pero ser abogado siempre estaba en mi mente. Fue un momento de experimentar diferentes cosas para mí y, finalmente, de conocer al Señor y convertirme en cristiano.

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Una vez que me hice cristiano, me di cuenta de la importancia de terminar la universidad, de lo contrario terminaría cambiando aceite en automóviles para ganarme la vida y cambiando el aceite de aviones durante los fines de semana de los entrenamientos de la Marina (era genial ser parte de un escuadrón de F-14, pero considerando que solo iba dos días al mes, mi entrenamiento en "hidráulica" no era muy necesario. Solo hacía un mantenimiento sencillo en los aviones, bajo supervisión, por supuesto. Lo más destacado de mi servicio fue el tiempo que pasé en el portaaviones USS Nimitz). Así que decidí dejar el community college y me trasladé a Point Loma Nazarene College. Pasé unos tres años allí y obtuve un título en Administración de Empresas (aunque debo decir que mis tres clases favoritas fueron navegación, golf y fotografía, ¡jaja!). Después de graduarme, el mercado laboral parecía imposible de penetrar. No me interesaba estar bajo el control de alguien más, como en una caricatura de "Dilbert". Estaba más interesado en ser mi propio jefe, pero eso requiere capital, algo que no tenía. Así que terminé metiendo todo lo que pude en mi Ford Escort EXP y conduje de regreso a Woodlake para aceptar la oferta de mi padre de ayudarle en su oficina de abogados.

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Comencé a trabajar con mi padre a finales de 1994. Él practicaba derecho dentro de su casa. ¡Mi antigua habitación, en la que me mudé en 1980, ahora tenía su escritorio! Mi padre había decidido centrarse en la Planificación Patrimonial en 1991. Cuando llegué, acababa de comprar una nueva computadora con "Windows" instalado. Necesitaba que yo aprendiera a usarla porque acabábamos de unirnos al grupo "American Academy of Estate Planning Attorneys". Tenían un software que nos ayudaba a redactar documentos legales como fideicomisos y testamentos, y requería el sistema operativo Windows (hablando de ventanas, la vista desde la oficina mostraba el patio en el que crecí. Teníamos un dúplex en la propiedad donde solía vivir mi abuela. Tenía un techo inclinado que era perfecto para lanzar una pelota de fútbol y atraparla cuando rebotaba. Solía lanzar mi balón de fútbol pretendiendo ser Joe Montana y atraparlo pretendiendo ser Jerry Rice. Mi abuela era misericordiosa y me dejaba hacerlo, solo se enojaba cuando la pelota rebotaba y golpeaba sus hermosas flores, que cuidaba tanto).

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Después de trabajar con mi padre y aprender todo sobre la planificación patrimonial, decidí seguir su consejo de convertirme en abogado. Me mudé a Fresno y asistí al San Joaquin College of Law, una de las mejores facultades de derecho de California. Tenían una alta tasa de aprobados en el examen del colegio de abogados, y conocía a varias personas que habían asistido en el pasado. Una de ellas era el juez Eric G. Helgesen, un buen hombre cristiano con una familia maravillosa, que ayudó mucho a mi familia cuando llegamos a Woodlake y que también formaba parte del equipo de entrenadores de fútbol de los Woodlake Tigers junto con Leo Robinson. Otra persona que mencionó San Joaquin fue mi profesor de marketing en Point Loma Nazarene College, el Sr. Mark Anderson. No recuerdo exactamente si él había asistido o si era su esposa quien asistía, pero recuerdo que sus comentarios pusieron a San Joaquin en una buena perspectiva para mí, y estoy agradecido por su consejo. Fue uno de mis profesores favoritos en Point Loma.

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Me gradué de la Facultad de Derecho en San Joaquin College of Law y aprobé el examen de la barra de California, uno de los exámenes más difíciles del mundo. Desde entonces, trabajé con mi padre en los campos de Derecho de la Tercera Edad y Planificación Patrimonial durante más de 23 años, hasta su fallecimiento en mayo de 2018. Siempre hemos tenido un negocio familiar. Mi madre, Virginia, de hecho trabajó conmigo hasta abril de 2020, hasta que su salud hizo necesario que se retirara. Siempre será extrañada en mi práctica, ya que fue la persona más dulce y trabajadora que esta oficina ha empleado. En esta etapa de su vida, nuestro objetivo es brindarle el mayor confort y atención posible y darle la oportunidad de descansar antes de que vaya a estar con Jesús.

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Ahora, los tiempos ciertamente han cambiado. Estoy a cargo de esta oficina y espero continuar el legado que mi padre dejó, ajustándome a los requerimientos del futuro. Somos una sociedad "en línea". Al escribir esto, estamos en medio de una pandemia mundial. Los temores por el coronavirus están llevando a las empresas a trasladarse en línea, incluida la mía. Es grandioso tener las herramientas que necesito para comunicarme con aquellos que están preocupados y necesitan ayuda. Si estás leyendo esto y necesitas mi ayuda, no dudes en llamarme. Espero conocerte.